Sinopse

La confusión de criterios sistemáticos, tan grande en el campo de las ciencias del derecho público, ha ejercido su influencia también con respecto a la determinación del concepto y de los fines esenciales del Derecho Administrativo; y esta influencia ha sido tan grave y mortífera que uno de los mayores escritores de nuestra ciencia ha podido afirmar: «Nos falta todavía el concepto del Derecho Administrativo». En efecto, existen divergencias gravísimas, tanto formales como materiales, es decir tanto respecto a la mera posición lógica de los temas como al estudio intrínseco de ellos. Una exposición completa de tales divergencias, a menudo profundas, en torno a los criterios sistemáticos de nuestra ciencia en contraste con la historia de literatura y del distinto desarrollo que ha tenido en los diversos pueblos modernos, no estaría conforme con la índole del presente trabajo y debemos prescindir de él. Por otra parte, el problema es complejo, de modo que no sería conveniente subordinar su entero tratamiento solamente a propósito de la definición de la ciencia cuando abraza otras cuestiones, como es la distinción del Derecho Administrativo de la Ciencia de la Administración, y la división sistemática de nuestra ciencia. En cuanto a las relaciones con aquel orden de ciencias llamadas sociales, es de gran importancia el nexo que las une al Derecho Administrativo. En efecto, podemos decir desde ahora, que estos fines del Estado, a cuya realización se dirige el Derecho Administrativo

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